Por: Mónica Urbán
Se acerca la temporada del día de muertos en México, donde se acostumbra poner ofrendas para los difuntos y adornarlas con calaveras elaboradas de azúcar, chocolate o amaranto. También se acostumbra realizar intercambio de calaveritas con el nombre de quien la va a recibir.
Esta figura de dulce se ha convertido en una de las artesanías más icónicas del país.
La tradición es el resultado de la mezcla de la cultura prehispánica con la española, cabe destacar que las culturas precolombinas ya realizaban estas y otras figuras hechas con amaranto o masa de maíz y miel de maguey, para sus celebraciones en diferentes fechas de su calendario religioso, que comían en las ceremonias, en los grandes templos o en pequeñas reuniones familiares. Sin embargo, cuando llegaron los españoles prohibieron el uso del amaranto, y fue adoptada la elaboración de dichas figuras con el azúcar de caña.
Así surgió la tradición de elaborar las famosas calaveritas de azúcar que actualmente conocemos, además de dulces miniatura hechos de alfeñique (palabra que proviene del árabe, y que hace referencia a la pasta de azúcar), con formas de frutas, verduras o platillos tradicionales, animales y otros objetos, pueden ser duros o suaves, y su elaboración depende de la región del país; no obstante, en su mayoría se preparan con azúcar pura de caña y agua, que también forman parte del decorado de las ofrendas.
¿Y tú, con que adornas tu ofrenda?
Fotos: Francisco Morales/DAMMPHOTO