Ginebra.- La estrella de Roma nominada al Oscar, Yalitza Aparicio, aparecerá como oradora principal durante la celebración del centenario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para conmemorar el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo
El evento comenzará el 7 de marzo con una proyección gratuita de la película Roma del ganador del Oscar Alfonso Cuarón, seguida de un panel de debate con Aparicio; Marcelina Bautista, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar de México y Claire Hobden, funcionaria técnica de la OIT sobre trabajadores vulnerables.
Titulado “Un paso decisivo hacia la igualdad de género: para un mejor futuro del trabajo para todos”, el evento contará con la participación de Aparicio como oradora invitada, donde hablará sobre su experiencia personal como mujer indígena, así como de sus experiencias de trabajo como educadora y actriz.
Aparicio también formará parte de un debate de alto nivel, moderado por la periodista Femi Oke, que también incluirá a Guy Ryder, director general de la OIT y a líderes del sector público y privado sobre cuestiones de género y el ámbito del trabajo y el entretenimiento.
Roma ganó dos Globos de Oro, cuatro premios BAFTA y tres Premios de la Academia en las categorías de Mejor director, Mejor fotografía y Mejor película extranjera.
La integración de Roma con la OIT forma parte de una campaña general de impacto social de Participant, en asociación con la National Domestic Workers Alliance (NDWA) de Estados Unidos, el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH) y Semillas en México, para alentar al público de Roma a que sea parte de la solución para llevar dignidad y respeto a los trabajadores domésticos en todo Estados Unidos y México.
Roma, producida por Participant Media y Esperanto Filmoj y estrenada por Netflix, muestra la vida de Cleo (interpretada por Aparicio), una joven indígena empleada doméstica de una familia en el barrio de clase media de Roma en la Ciudad de México. Cuarón se inspira en su propia infancia para crear un retrato vívido y emotivo de los conflictos domésticos y la jerarquía social en medio de la agitación política de los años 70.