Por Alicia Alarcón
Bill Gates dijo en entrevista con Fareed Zakarias, de CNN, que el combate a la pobreza que realiza su fundación en Sudáfrica no vio resultados positivos hasta que cambiaron la estrategia.
¨Encontramos que los hombres usaban el dinero para uso personal y otras actividades y la familia seguía en la más completa pobreza. Entonces decidimos dárselos a las mujeres y el progreso fue inmediato¨, dijo el magnate.
Lo que Gates infirió en la entrevista es que los hombres sudafricanos lo usaban en actividades placenteras para ellos. Las únicas actividades que se me ocurren son la borrachera y el despilfarro. ¿Y la familia? Bien gracias.
En México, el actual Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha iniciado una campaña similar a la que tiene Gates en ese Continente para erradicar la pobreza extrema que existe en algunos estados del Sureste de La República Mexicana: Chiapas, Tabasco, Guerrero, Tlaxcala, entre otros. Esta campaña consiste en dar una cantidad mensual en efectivo al ¨jefe de familia¨ para que se ayude en su tarea de proveer para su esposa e hijos.
El programa se llama Bienestar.
Debo decir que este programa ha provocado las protestas de algunos medios y la ira de mucha gente que vive en zonas urbanas de las grandes ciudades, por considerarlas un despilfarro y desperdicio del gobierno.
¨Los va hacer unos atenidos¨. Para estas personas, lo ideal es que sigan como están. ¨Total, a mí no me falta nada¨.
La prueba de que las economías mejoran cuando se dejan en manos de las mujeres la tenemos en Japón y Alemania.
A raíz de la II Guerra Mundial las finanzas del hogar se dejaron en manos de las mujeres y los avances que tuvieron en poco tiempo fueron calificados como ¨milagros financieros¨. La realidad es que las mujeres aplicaron los principios de disciplina en el gasto, el ahorro y la austeridad. Hoy en día Japón y Alemania son potencias económicas mundiales.
AMLO debe tomar en cuenta la historia de estos países y los consejos que de manera indirecta da Gates. Ojalá que reconsidere la entrega de apoyos a los ¨jefes¨ de familia y se asegure que éstos se les entregue de manera directa a las mujeres con la advertencia de que si el ¨señor¨ de la casa se lo ¨apropia¨ para uso personal, va a ser castigado con cárcel.
A Bill Gates le costó muchos millones de dólares el experimento. El Presidente de México no puede darse ese lujo. Al contrario debe aprovechar la experiencia de este filántropo que hasta la fecha lleva más de 50 billones invertidos en Sudáfrica.
En México la población femenina rebasa la masculina, 67 millones 820 mil 358 son mujeres de un total de 129 millones 200 mil habitantes. Ya es tiempo que se reconozca que la economía y la política que ha estado en manos masculinas durante décadas han sido un fracaso.
Es urgente que ese efectivo se entregue de manera directa a las mexicanas que se encuentran en casos de pobreza extrema. Al mismo tiempo, el apoyo financiero será un medio para que ellas puedan salir de situaciones de abusos físicos y sicológicos en las que muchas se encuentran
Cabe destacar que AMLO logró el triunfo electoral gracias a que se rodeó de mujeres brillantes que le crearon una estrategia de campaña en la que pudo hacer llegar sus mensajes a toda la población.
También el Presidente mexicano hizo ya historia al nombrar a una mujer como su Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien en caso de que falleciera o quedara incapacitado para continuar con el cargo, Sánchez Cordero ocuparía su lugar. Ante este panorama, no queda duda que el Presidente considera la participación de la mujer como elemento clave para lograr la cuarta transformación que busca para México.
Para el Presidente mexicano, la primera transformación fue la Conquista; la segunda, las Leyes de Reforma; la Tercera, la Revolución Mexicana de 1910 y la cuarta, es la que asegura presidir, en la que tiene como objetivos: Terminar con la pobreza, la violencia, la corrupción y la impunidad que no dejan de estar presentes en la vida diaria de los mexicanos