Joven pasante de Metro con un gran sueño y un padre animándola en cada paso del camino

Por: Especial

Por: Mey Lyn Mitteenn / El Pasajero

Viviana Mendoza tenía tan solo 8 años cuando pisó por primera vez las instalaciones de Metro. Fue el día en que su padre, Geovani Mendoza, la llevó junto a sus hermanas al evento anual de la agencia “Día de Llevar a los Niños al Trabajo” y desde ese momento, sintió una chispa que marcaría su camino.

“Recuerdo haber visitado el área de soldadura, el taller de pintura y el taller de reparación de autobuses”, dice Vivi (como la llaman de cariño en casa). “Los trabajadores también me explicaron lo que estaban haciendo y me pareció fascinante”. Ese día, Vivi vio a Geovani conduciendo un autobús hacia el área de lavado. “Mi papá trabaja como auxiliar de servicio limpiando autobuses”, dice. “Y yo me sentí orgullosa de verlo operar una máquina tan grande”.

Cada año, al regresar al “Día de Llevar a los Niños al Trabajo”, Vivi descubría algo nuevo. Aprendió sobre los monitores de seguridad de Metro, sobre su Departamento de Arte y visitó la oficina donde se imprimen las credenciales de los empleados. Pronto se dio cuenta de que Metro era mucho más que operar autobuses y trenes. También se trataba de las personas y del servicio público.

Viviana de niña (derecha) junto a sus hermanas durante el evento “Día de Llevar a los Niños al Trabajo” de Metro. / Foto; suministrada.

“Gracias a mi padre, aprendí lo esencial que es el transporte público para quienes no tienen coche”, dice la joven. “Fue entonces que empecé a sentir que quería formar parte de esto”. Metro le había dado a su padre una segunda oportunidad después de que él tuviera dificultades para encontrar trabajo. Y eso la marcó profundamente.

Un día, años después, mientras hablaba de su futuro y reflexionaba en voz alta sobre las diferentes trayectorias profesionales que podría seguir en Metro, su padre intervino con una idea que la sorprendió. “Bueno, algún día también podrías llegar a ser la directora ejecutiva”, le dijo. “Pero tienes que estudiar y prepararte”.

Vivi se tomó en serio su consejo. A los 18 años, consiguió un lugar en el Programa de Pasantías de Metro (MIP), una oportunidad remunerada en la agencia de transporte para que estudiantes de secundaria, universidad y posgrado adquirieran experiencia y desarrollen habilidades profesionales.

Cuando empezó, la joven solo acudía a la pasantía durante las vacaciones escolares, compaginando las prácticas con sus estudios. Pero hoy, un año después, ya hace sus prácticas a tiempo parcial en Metro tres días a la semana mientras estudia planificación urbana en Pasadena City College.

Hoy en día Vivi trabaja como pasante en la oficina de la directora ejecutiva de Metro. / Fotos y video: Aurelia Ventura.

¿Su puesto? La oficina de la directora ejecutiva de Metro, dirigida por Stephanie Wiggins, la primera mujer en dirigir una de las agencias de transporte más grandes del país.

“Me emocioné muchísimo cuando me enteré”, dice Vivi. “Llegar a trabajar en esa oficina fue un sueño”.

Como pasante de MIP, Vivi ha ayudado a preparar materiales informativos para eventos de la directora ejecutiva y ha redactado Procedimientos Operativos Estándar (SOPs) para nuevos empleados. También asiste a reuniones ejecutivas, incluyendo algunas con la propia Wiggins.

“Es inspirador observar cómo se toman las decisiones y cómo funciona el liderazgo desde dentro”, dice la joven. “Algún día, espero asistir a reuniones comunitarias para escuchar directamente del público cómo les afectan ciertos proyectos”. A Vivi le interesa la planificación del transporte, en especial ayudar a garantizar que las rutas y los servicios reflejen las necesidades de la comunidad.

Vivi dice que admira a Wiggins por su energía, su compromiso con la equidad y su enfoque en priorizar a las personas. “Ella impulsa a las mujeres a tener éxito, especialmente en un sector [como el del transporte] donde no somos muchas. Eso me motiva mucho”.

Aun así, admite que no siempre ha sido fácil. “Al principio estaba nerviosa, rodeada de profesionales con mucha más experiencia”, dice. “Pero he aprendido a verlos como mentores. Creo que el crecimiento surge cuando te pones en espacios desconocidos”.

Detrás de cada soñador, un padre que apoya

Vivi sigue compartiendo una conexión única con su padre, quien lleva trabajando 11 años en Metro. Vivi recuerda con cariño los momentos en que ella y su padre compartían largos viajes en coche cuando era niña. “Hablaba con él sobre la escuela, sobre mis hermanas… incluso sobre mi película favorita de Disney, La princesa y el sapo. Esos paseos es uno de mis recuerdos favoritos de la infancia”.

Giovanni Mendoza en su área de trabajo en la División 13 de Metro junto a su hija, Viviana Mendoza. / Fotos y video: Aurelia Ventura.

Geovani Mendoza rodeado de sus hijas. / Foto: suministrada
Geovani Mendoza rodeado de sus hijas. / Foto: suministrada

Cuando Geovani reflexiona sobre la paternidad, dice que no ha sido un camino fácil, especialmente con cinco hijas de entre 12 y 30 años. “Todas son rosas, pero con personalidades muy diferentes”, dice. “Con el tiempo, tuve que aprender a ser más dulce y a escuchar más”.

Dice que ver a Vivi prosperar en sus prácticas pre-profesionales lo llena de alegría. “Todas mis hijas cambiaron mi vida”, dice. “Estoy orgulloso de todas ellas. Una de las cosas más importantes que podemos hacer como padres es apoyar los sueños de nuestros hijos y escucharlos de verdad”.

Cuando le preguntan sobre los sueños de Vivi, simplemente responde: “Hija, abre tus alas y vuela tan alto como puedas”.

Para obtener más información sobre el Programa de Prácticas de Metro, visita: metro.net/about/careers/internships/

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